Santo Domingo. – Con consignas como “¡Sin pabellón no hay tanda extendida!” y “Cristo Rey dijo ya, el pabellón es lo que va”, padres, maestros y estudiantes del Centro Educativo Cristo Rey marcharon este martes en reclamo de la terminación de un pabellón y 12 aulas cuya construcción se encuentra paralizada desde octubre de 2024.
La obra, iniciada en 2023 y que debió estar lista para el año escolar 2024-2025, se encuentra detenida, afectando directamente a la comunidad educativa, que teme por la posible suspensión del programa de tanda extendida debido a la falta de espacio físico adecuado.
A pesar de la lluvia, los manifestantes recorrieron las calles portando pancartas y exigiendo al Ministerio de Educación respuestas concretas. Denunciaron que cientos de niños se encuentran sin cupo, mientras que otros reciben docencia en aulas sobrepobladas, divididas improvisadamente con láminas de playwood financiadas por los propios padres.
Condiciones inhumanas
Yuly Mármol, representante de la Asociación de Padres, Madres y Tutores (APMAE), denunció que las filtraciones en la infraestructura obligan a suspender clases cuando llueve, ya que el agua invade las aulas.
«Cuando llueve, hay que sacar los niños porque toda esa agua se desvía hacia las aulas», expresó Mármol, quien también mostró cómo las aulas han sido subdivididas con hasta 24 butacas apiñadas por sección.
Agregó que los padres han tenido que cubrir gastos de láminas divisorias y aires acondicionados por el calor sofocante, invirtiendo más de RD$4,000 por estudiante.

Mil estudiantes sin cupo
Según Mármol, alrededor de mil estudiantes están en lista de espera, mientras que unos 500 reciben docencia en condiciones deficientes. «Lo que queremos es que le den el dinero al contratista. Solo hay columnas», expresó señalando la estructura inconclusa del pabellón.
Frente a la crisis, la Dirección de Infraestructura Escolar (DIE) propuso instalar aulas móviles en el patio de la escuela, lo que ha generado rechazo entre los padres.
“Ese patio lo usan los niños para recrearse. Meter ahí aulas móviles es quitarles su único espacio libre”, advirtió Yhenny Martínez, madre de dos estudiantes, quien también denunció los riesgos de accidentes debido a los escombros y materiales de construcción abandonados en el lugar.

Promesas incumplidas
Otra madre, que pidió reserva de su nombre, afirmó entre lágrimas que su hija está en secundaria y no tiene dónde inscribirla. “Exijo con el clamor de una madre que sufre por la educación de su hija que se terminen las aulas”, manifestó conmovida.
La comunidad educativa ha reiterado que no se opone a soluciones provisionales, pero exige una fecha concreta para la reanudación y culminación definitiva de la obra. “Ya estamos cansados de promesas”, concluyó Mármol.
La marcha surgió como reacción al anuncio de la DIE sobre la instalación de las aulas móviles, hecho sin consulta previa con la dirección del centro.