Washington, EE.UU. – El expresidente Donald Trump anunció ayer lunes nuevos aranceles del 25% a las importaciones provenientes de Japón y Corea del Sur, así como aumentos arancelarios a productos de una docena de otras naciones, medida que entrará en vigor el próximo 1 de agosto. La decisión fue dada a conocer a través de su cuenta en Truth Social, donde compartió cartas enviadas a los líderes de los países afectados.
En las misivas, Trump advierte que cualquier represalia arancelaria será respondida con aumentos proporcionales. “Si deciden aumentar sus aranceles, cualquier número que elijan se sumará al 25% que ya hemos impuesto”, escribió en sus cartas al primer ministro japonés Shigeru Ishiba y al presidente surcoreano Lee Jae-myung.
Entre los países adicionales afectados se encuentran Myanmar (40%), Camboya y Tailandia (36%), Serbia y Bangladesh (35%), Indonesia (32%), Sudáfrica y Bosnia-Herzegovina (30%), y Kazajistán, Malasia y Túnez (25%).
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicó que Trump está desarrollando “planes comerciales hechos a la medida” para cada país, aunque críticos sostienen que las medidas amenazan con ralentizar el crecimiento global.
Reacciones y consecuencias
El anuncio provocó preocupación inmediata en los mercados. El índice S&P 500 cayó un 0,8%, y el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subió a 4,39%, un alza que podría derivar en mayores tasas para hipotecas y créditos personales.
Wendy Cutler, exnegociadora comercial de EE.UU. y vicepresidenta del Asia Society Policy Institute, calificó de “desafortunadas” las medidas contra Japón y Corea del Sur. “Son socios estratégicos clave, especialmente en sectores como semiconductores, minerales críticos y cooperación energética”, subrayó.
Desde Sudáfrica, el gobierno de Cyril Ramaphosa expresó que los nuevos aranceles tergiversan la relación bilateral, aunque reafirmó su compromiso con el diálogo y un comercio “mutuamente beneficioso”.
Motivación política y marco legal
Trump ha justificado los aranceles como una herramienta para equilibrar déficits comerciales y financiar los recortes fiscales recientemente promulgados. Aunque los poderes constitucionales sobre comercio residen en el Congreso, Trump ha invocado una emergencia económica para actuar unilateralmente, medida actualmente bajo revisión judicial tras un fallo en su contra en mayo pasado.
Adicionalmente, Trump advirtió que los países alineados con la organización BRICS enfrentarán un arancel adicional del 10%. También impuso un arancel del 55% a las importaciones provenientes de China y anunció que los automóviles pagarán un 25% y el acero y aluminio un 50%.
Negociaciones en curso
El expresidente firmó una orden ejecutiva para retrasar la implementación oficial de los aranceles hasta el 1 de agosto, dando paso a un periodo de negociaciones de tres semanas. Sin embargo, expertos consideran que este lapso podría no ser suficiente para alcanzar acuerdos sustanciales.
Hasta ahora, solo se han concretado dos acuerdos marco: uno con Vietnam para evitar triangulación de exportaciones chinas, y otro con el Reino Unido que exime ciertos productos del arancel general del 10%.
Con déficits comerciales de más de 69 mil millones de dólares con Japón y 66 mil millones con Corea del Sur, Trump busca reducir la dependencia de productos extranjeros, una estrategia que muchos ven como arriesgada en un momento de inestabilidad económica global.