SANTO DOMINGO.– A pocas horas de cumplirse los dos años del nombramiento del mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta como director general de la Policía Nacional, surgen interrogantes sobre quién podría ocupar el cargo, tomando en cuenta que el artículo 23 de la Ley Orgánica 590-16 establece que el director de la institución solo puede permanecer en funciones durante un período de dos años.
Aunque desde el Gobierno no se ha confirmado ningún cambio oficial, sectores vinculados a la reforma policial han comenzado a analizar posibles perfiles que podrían ser considerados para dirigir el cuerpo del orden.
Consultada sobre el tema, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, recordó que “es una prerrogativa del presidente de la República nombrar al nuevo director de la Policía Nacional, y se debe esperar su decisión”.
Raful no especificó cuál sería el perfil ideal del nuevo titular conforme a la propuesta de reforma de la Ley Orgánica de la Policía Nacional que se encuentra en desarrollo.
No obstante, de acuerdo con informaciones confidenciales obtenidas por este medio, desde las instancias que impulsan la transformación policial se ha planteado que el próximo director debe ser un oficial de carrera, egresado de la academia tras completar los cuatro años de formación reglamentaria.
Un perfil académico y ético
El informe destaca que esta base académica es esencial para garantizar una comprensión integral de la estructura institucional y los desafíos del proceso de modernización. Este criterio coincide con los lineamientos de la reforma policial, que prioriza la formación profesional y ética de los agentes y futuros oficiales.
Según el documento, el nuevo director deberá estar plenamente alineado con la nueva Ley Orgánica y con los proyectos derivados de ella, además de demostrar liderazgo, habilidades gerenciales, apertura al cambio y orientación a resultados.
“La integridad constituye un pilar irrenunciable”, resalta el texto, que subraya la importancia de una conducta intachable, respeto por los derechos humanos y un historial libre de cuestionamientos éticos o disciplinarios.
Entre las competencias clave se mencionan el liderazgo transformacional, la gerencia estratégica —con enfoque en recursos humanos, financieros y operativos— y la capacidad de coordinar acciones interinstitucionales.
Asimismo, se plantea que el próximo titular de la Policía Nacional debe ser una persona asertiva, promotora de la transparencia y la rendición de cuentas, con una orientación clara hacia la generación de confianza ciudadana.
Los organismos que impulsan la reforma coinciden en que el nuevo director debe representar una nueva etapa institucional: un oficial que combine formación, ética, liderazgo y visión de cambio.
Sin embargo, la decisión final, como establece la ley, recae exclusivamente en el presidente Luis Abinader.




