Después de treinta años de la disolución de sus Fuerzas Armadas (FAH), que se cumplen este próximo diciembre, Haití no solo ha acelerado la refundación de su estructura militar, sino que también ha revelado sus planes para construir “grandes cuarteles dignos” a lo largo de la frontera que comparte con la República Dominicana.
Las Fuerzas Armadas haitianas fueron disueltas en 1995 por un decreto del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide. Hoy, el relanzamiento militar es presentado como una necesidad urgente para enfrentar la violencia interna y reforzar la protección de los límites territoriales.
El proyecto apunta a conformar un Ejército profesional de 5,000 soldados, con una misión dual:
asistencia en desastres naturales, y
patrullaje y defensa de las fronteras terrestres y marítimas.
Este proceso ya incluye la formación de miles de reclutas y la inauguración de nuevas infraestructuras, como la base de Vertières, en Puerto Príncipe.
Planes para la frontera
A mediados de semana, el ministro de Defensa haitiano Jean-Michel Moïse, exmiembro de las Fuerzas Armadas de EE. UU., explicó en el programa Le Rendez-Vous que el objetivo es contar con un ejército “profesional, disciplinado y respetado”.
Sobre las bases fronterizas, Moïse fue categórico:
“No quiero pequeñas bases, sino grandes cuarteles dignos de tal nombre.”
Se espera que estos cuarteles alberguen unidades especializadas, armada y fuerza aérea, capaces de enfrentar cualquier amenaza futura.
Sin embargo, aunque la intención es clara, los detalles específicos sobre la ubicación, tamaño y características de estas instalaciones aún no han sido divulgados, a diferencia de la base inaugurada recientemente en la capital.
Moïse insistió en que Haití enfrenta “amenazas internas inéditas”, con grupos armados que, según dijo, “se están alzando contra la propia población”, lo que aumenta la urgencia del fortalecimiento militar.
Puntos de vigilancia y relación con República Dominicana
La estrategia militar se enfoca en los principales corredores fronterizos, donde hay una fuerte dinámica comercial y migratoria:
Ouanaminthe – Dajabón
Belladère – Comendador
Malpase – Jimaní
Anse-à-Pitre – Pedernales
Históricamente, la República Dominicana ha visto con buenos ojos la existencia de un ejército haitiano fuerte, como factor de estabilidad regional.
En 2017, el entonces ministro dominicano de Defensa, Rubén Darío Paulino Sem, afirmó que RD brindaría “apoyo solidario” a Haití en el desarrollo de su ejército, porque a ambos países les interesa una frontera segura.
Inventario militar y presupuesto
Las FAH cuentan actualmente con 1,500 a 2,000 efectivos, equipados principalmente con armas ligeras:
fusiles M16,
Heckler & Koch G3,
Taurus T4 de fabricación brasileña.
El armamento pesado heredado de etapas anteriores permanece en condición dudosa.
Aunque Haití destina tradicionalmente solo 0.1 % de su PIB a defensa, recientemente se han autorizado inversiones extraordinarias.
En abril de 2025 se aprobó un “presupuesto de guerra” de $275,000 dólares, del cual cerca del 40 % fue asignado al Ejército y la Policía.
En 2021, el gasto militar total rondó los $20.9 millones de dólares.
La Policía Nacional de Haití (PNH), que sigue siendo la fuerza principal, es la mayor beneficiada del apoyo internacional, especialmente de EE. UU., con entrega de vehículos blindados, municiones, armas cortas y equipos de comunicación.
Cooperación internacional
La reconstrucción militar se apoya en alianzas estratégicas:
Estados Unidos y Canadá respaldan la Fuerza de Represión de Pandillas, clave contra el crimen organizado.
México entrena a cientos de soldados haitianos en tácticas de combate y lucha contra grupos armados.
Una reconstrucción lenta, costosa y estratégica
Aunque los desafíos presupuestarios y logísticos son considerables, Haití persiste en su apuesta por reconstruir una estructura militar capaz de asumir el control territorial, enfrentar la expansión de las pandillas y reforzar su soberanía.




