Dos aeronaves militares de gran capacidad procedentes de los Estados Unidos arribaron este domingo a territorio dominicano, como parte de un plan de cooperación y ayuda humanitaria coordinado entre ambos gobiernos.
Los vuelos, que transportaron equipos y suministros especiales, aterrizaron de manera simultánea en la Base Aérea de San Isidro y en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) José Francisco Peña Gómez.
Una de las aeronaves corresponde a un C-5 Super Galaxy, considerado uno de los aviones de transporte militar más grandes del mundo, mientras que la segunda fue identificada como un C-17 Globemaster III, especializado en operaciones de carga y despliegue táctico.
Ambos aparatos forman parte de las plataformas de apoyo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para misiones de carácter humanitario y logístico.
La llegada de estos equipos se produce luego de que el pasado 26 de noviembre, el Gobierno dominicano autorizara temporalmente el uso de espacios restringidos en San Isidro y en el AILA para operaciones aéreas estadounidenses vinculadas a la lucha contra el narcotráfico.
Esa decisión fue anunciada por el presidente Luis Abinader, tras sostener una reunión privada en el Palacio Nacional con el secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth.
Durante ese encuentro, el mandatario explicó que la medida permitiría el reabastecimiento de aeronaves y el traslado de equipos y personal técnico para misiones previamente coordinadas.
Aunque no fueron ofrecidos detalles específicos sobre el contenido de la carga, una fuente confirmó a Listín Diario que se trata de material destinado a reforzar labores estratégicas de apoyo.
Las operaciones en el AILA fueron supervisadas por el CESAC, junto a personal de operaciones aeroportuarias y otras agencias vinculadas al servicio aéreo, bajo estrictos protocolos de seguridad y logística. En el caso de San Isidro, la coordinación general recayó en el Ministerio de Defensa.
A pesar del despliegue de equipos y autoridades, estas mantuvieron reserva sobre el alcance de la misión y el destino final de los suministros.
El arribo de estas aeronaves reafirma los vínculos de cooperación militar entre la República Dominicana y los Estados Unidos, en un momento donde la coordinación internacional es clave en operaciones humanitarias y de seguridad regional.
