Santiago, RD. — El Centro de Atención Integral para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal (CAIPACLP) de Santiago se ha convertido en escenario de graves vulneraciones a los derechos humanos, donde adolescentes privados de libertad han sido víctimas de abuso sexual y violencia física, según denunció la Defensa Pública de esta provincia.
La encargada de la defensa de menores vinculados a la Defensoría Pública, Ramona Curiel, afirmó que los abusos sexuales entre internos son “una situación recurrente” en este centro penitenciario juvenil.
“Durante el proceso de internamiento en los centros penitenciarios de menores se producen delitos, por ejemplo, violaciones de adolescentes que guardan prisión con otros. Es algo muy recurrente aquí en Santiago”, aseguró Curiel.
Como ejemplo, relató el caso reciente de un adolescente que tuvo que ser trasladado al centro de La Vega para protegerlo, luego de ser víctima de agresión sexual por parte de otros reclusos.
Maltratos físicos como “disciplina”
Además del abuso sexual, Curiel señaló que los jóvenes también son sometidos a violencia física por parte de agentes penitenciarios.
“Los adolescentes me dicen que hay mucho maltrato físico, los golpean. La disciplina se basa en el golpe, no en técnicas de corrección, sino en darles palizas”, denunció.
Reveló incluso que ha recibido evidencias fotográficas de estas agresiones, pero en ocasiones no ha podido formalizar denuncias para evitar represalias contra los menores que continúan en prisión.
Centro con alta población carcelaria juvenil
El CAIPACLP de Santiago tiene capacidad para 72 internos masculinos, distribuidos en cuatro módulos conocidos como casitas. Aunque separan a los preventivos de los condenados, no existe división por tipo de delito.
Este es el recinto con mayor número de menores privados de libertad en la región, con una población provista mayoritariamente del sector Cienfuegos, en Santiago Oeste.
Factores sociales y familias que “renuncian” a sus hijos
Curiel destacó que muchos de los adolescentes delincuentes provienen de hogares desintegrados:
Madres solteras
Padres ausentes o separados
Niños criados por abuelos
La defensora reveló que en ocasiones son las propias familias quienes buscan que sus hijos sean encarcelados al no poder controlarlos.
“Hay padres que prefieren que estén presos porque no quieren asumir la responsabilidad. Los tiran al mundo y no les dan seguimiento”, expresó.
Falta de apoyo estatal para la rehabilitación
La representante de la Defensa Pública aseguró que el Estado no está garantizando procesos efectivos de rehabilitación ni programas reales de reinserción social para estos jóvenes.
“Debería haber más apoyo. Hay psicólogos, pero existen muchas limitaciones. Hasta para transportarse a veces no hay combustible”, lamentó.
Curiel concluyó señalando la falta de políticas públicas que acompañen a los jóvenes al cumplir sus medidas, lo que incrementa las probabilidades de reincidencia.




