Washington, EE.UU. – El expresidente Donald Trump aprobó una nueva legislación migratoria que incrementa considerablemente el costo de obtener visas para viajar o trabajar en Estados Unidos. La nueva normativa establece una “tasa por integridad” de US$250, que será obligatoria y se sumará al precio regular de las visas temporales.
La medida, sancionada el pasado 4 de julio, entra en vigor de inmediato y afectará a los solicitantes de visas de turismo (B-1/B-2), estudios (F/M), trabajo temporal (H-1B), intercambio (J), trabajadores religiosos (R), artistas y deportistas (P), entre otras categorías.
De acuerdo con la administración Trump, esta tarifa adicional busca reducir las estadías prolongadas e incentivar el cumplimiento estricto de las condiciones de permanencia que exige la visa. Se trata de un depósito obligatorio, no exento ni condonable, que podrá ser reembolsado solo si el solicitante demuestra haber cumplido íntegramente con los términos migratorios.
Para optar al reembolso, los viajeros no deben haber trabajado sin autorización, excedido el tiempo permitido o violado los términos de su estancia. También podrán ser elegibles quienes gestionen una extensión oficial o cambien su estatus a residente permanente legal. No obstante, el procedimiento exacto para la devolución aún no ha sido definido por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Además, se sumará un recargo de US$24 por el formulario I-94, necesario para el registro de entrada y salida del país, así como cargos adicionales para quienes utilicen los programas ESTA (US$13) o EVUS (US$30).
Esta nueva política no afecta a los ciudadanos de países que no requieren visa, como Canadá y los estados miembros del Programa de Exención de Visado (Visa Waiver Program), entre ellos Alemania, Japón, Reino Unido y Australia.
Especialistas afirman que la “tasa por integridad” puede representar un obstáculo económico significativo, sobre todo para estudiantes y viajeros frecuentes, elevando hasta en 2.5 veces el costo total de una solicitud de visa.