La Junta Central Electoral (JCE) reafirmó que el proceso de renovación de la cédula de identidad y electoral se mantiene dentro del cronograma previsto, pese a una impugnación presentada en el marco de la licitación pública. El organismo aclaró que este tipo de procedimientos es normal en un Estado de derecho y no implica irregularidades, por lo que, una vez resuelto, las labores continuarán de forma programada.
El cambio obedece a la necesidad de actualizar la tecnología utilizada para la emisión del documento, la cual data de 2014 y presenta obsolescencia y vulnerabilidades frente a los avances actuales. La nueva cédula será fabricada en policarbonato con grabado láser, chip criptográfico, código QR y medidas de seguridad de fábrica. Además, incorporará autenticación biométrica y certificados digitales para garantizar transacciones seguras y prevenir falsificaciones o suplantaciones.
El proyecto contempla la actualización de más de 9,4 millones de documentos, incluyendo a cerca de 943 mil menores que alcanzarán la mayoría de edad a partir de 2025. Antes de iniciar la entrega, la JCE realiza una depuración del padrón electoral y del registro civil, habiendo validado ya más del 50 % de los registros identificados para revisión.
La entidad ha socializado el plan con partidos políticos, poderes del Estado, empresarios, entidades financieras, iglesias y medios de comunicación, recibiendo respaldo a la iniciativa. Según la JCE, este cambio fortalecerá la seguridad del proceso electoral, con un impacto positivo en las primarias de 2027, las elecciones de 2028 y los comicios unificados previstos para 2032.
El organismo considera la renovación de la cédula como una inversión estratégica para la democracia, la soberanía y la seguridad nacional, al dotar al país de un documento moderno, resistente y de alto estándar internacional que no requerirá sustitución en la próxima década.