SANTO DOMINGO. – El Ministerio Público acusa a los hermanos Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat de Bera de incurrir en negligencia e imprudencia en la administración de la discoteca Jet Set, lo que habría provocado el desplome de la estructura por sobrecarga, tragedia que dejó 236 muertos y cerca de 100 heridos.
La imputación, contenida en la solicitud de apertura a juicio remitida por la Dirección General de Persecución, motivó que el juez del Primer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional fijara para el 12 de enero de 2026 la audiencia del juicio preliminar.
Según la acusación, el techo del establecimiento mostraba signos evidentes de deterioro progresivo, situación de la que los propietarios estaban plenamente al tanto. Las fallas incluían filtraciones constantes, acumulación de escombros sobre la estructura y piezas del plafón desprendiéndose, hechos que fueron registrados y notificados a los acusados por distintos medios.
El expediente está sustentado en peritajes estructurales, testimonios de víctimas y empleados, así como documentación técnica y financiera que, según el Ministerio Público, evidencia un manejo irregular y un descuido grave en la operación del local.
Los peritos concluyeron que la sobrecarga extrema en el techo fue el factor determinante del colapso ocurrido el 8 de abril del presente año, durante una actividad amenizada por el merenguero Rubby Pérez, quien también falleció en el incidente.
El documento detalla que el empleado Gregorio Adames Arias advirtió al imputado Antonio Espaillat, incluso el día previo a la tragedia, que la caída de plafones registrada el 5 de abril no había sido solucionada y que los materiales del falso techo seguían desplomándose.
Sobrecarga estructural
La investigación determinó que la carga total sobre la viga más comprometida alcanzó 2.822 toneladas por metro lineal, equivalente al 123% de su capacidad.
La acusación explica que esta sobrecarga se produjo por la acumulación continua, durante años, de elementos pesados, sin realizar evaluaciones profesionales que determinaran si la estructura podía soportarlos.
Entre los elementos añadidos se identificaron:
Cuatro capas de morteros o finos, una sobre otra, sumando 37.5 cm de espesor.
Cuatro tinacos de agua.
Seis equipos de aire acondicionado.
Siete casetas de aluzinc.
El análisis estructural reflejó que las vigas postensadas presentaban una relación de utilización del 126%, superando ampliamente sus límites de diseño.
Columna eliminada
El expediente también revela que una columna en el lado oeste había sido demolida y sustituida por un perfil metálico soldado a una placa de mampostería. Esta intervención irregular buscaba suplir el soporte eliminado, pero resultó insuficiente y contribuyó al fallo estructural.
El Ministerio Público sostiene que estas modificaciones, acumuladas a lo largo de los años sin supervisión técnica especializada, terminaron creando las condiciones que provocaron la tragedia.
