Jerusalén. – La imagen del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, atraviesa uno de sus momentos más críticos. A la crisis de legitimidad que ya enfrentaba antes de los ataques de Hamás en octubre de 2023, se suma ahora el desgaste político, económico y social que ha generado la prolongación de la guerra.
El profesor Esteban Klor, catedrático de Economía Política en la Universidad Hebrea de Jerusalén e investigador principal del Instituto Nacional de Estudios de Seguridad, advierte que la permanencia de Netanyahu en el poder podría verse amenazada tan pronto como marzo de 2026, cuando el gobierno deba aprobar el presupuesto.
Según Klor, esa es una de las dos vías que podrían provocar su salida sin necesidad de elecciones anticipadas. La otra es que al menos 61 de los 120 legisladores del parlamento israelí le retiren el respaldo.
Pérdida de apoyo ciudadano
Las encuestas confirman el deterioro de la popularidad del primer ministro. En julio de 2025, días después de los ataques de Israel contra Irán, solo el 40% de los ciudadanos decía confiar en Netanyahu, según el Instituto de Democracia de Israel. Otro estudio, del Instituto de Estudios de Seguridad, reveló que hasta un 76% de los israelíes había perdido la confianza en su gobierno.
Antes de la guerra, Netanyahu mantenía un nivel de apoyo cercano al 50%, recuerda Klor.
Impacto económico
La guerra ha tenido un fuerte costo para la economía israelí. Estimaciones señalan que podría representar hasta el 15% del PIB, mientras que el gasto en defensa, que rondaba los 60 mil millones de dólares, se ha triplicado.
“El PIB hoy es un 4% más bajo de lo que debería ser. Todo lo que estamos haciendo lo estamos pagando con deuda”, sostiene el académico.
En cifras:
- La deuda pública pasó del 60% del PIB en 2022 al más del 70% en 2025.
- El déficit fiscal, que era 0% en 2022, se elevó a 8% en 2024 y cerraría este 2025 en 6%.
- Israel fue el segundo país del mundo con mayor gasto en defensa en 2024, solo detrás de Ucrania.
Riesgo de sanciones
Klor advierte que el futuro inmediato también está marcado por el riesgo de sanciones privadas desde Europa, donde Israel mantiene cerca del 30% de su comercio exterior. Aunque los gobiernos europeos, como Alemania y Francia, dependen de la tecnología militar israelí, las empresas privadas podrían imponer restricciones por motivos políticos.
Escalada militar
En paralelo, Netanyahu ordenó esta madrugada un nuevo ataque militar sobre Catar, con el objetivo de eliminar a cabecillas de Hamás. La acción provocó una condena casi unánime de la comunidad internacional.
El movimiento ocurre mientras Israel se prepara para un ataque terrestre sobre la Ciudad de Gaza, mayor enclave palestino, después de advertir a sus residentes que se trasladen al sur.
Estos hechos precipitaron la llegada a Medio Oriente del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en una visita de dos días en busca de moderar las tensiones.