San Francisco de Macorís, RD
Marta Bautista, madre de Katherine Castaño Bautista, una de las implicadas en el caso del niño Maikel Esmil Castro Álvarez (de 1 año y 10 meses), quien supuestamente murió ahogado el pasado 2 de septiembre en el Centro de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI), dijo que su hija, que trabajaba como asistente de la maestra titular Rosmeri Cross, solo fue a trabajar y no tiene culpa por lo ocurrido.
“Cuando voy al Palacio de Justicia de San Francisco de Macorís a llevarle comida a mi hija, ella me dice que no entiende por qué le pasa eso a ella. Todas sus compañeras están llorando y pidiéndole a Dios que las ayude a salir de este problema porque no tienen la culpa, solo fueron a trabajar y ve lo que pasó”, destacó la mujer de 51 años.
Agregó que a raíz de ese estrés una de las apresadas tuvo ayr una crisis nerviosa. En lo que se refiere a Katherine, de 23 años, dijo que ella se caracteriza por ser una joven tranquila, que nunca busca problemas en la calle y de la cual “jamás ha recibido una queja”.
“Ella es la menor de dos hijos, el mayor es Miguel Ángel que tiene 28 años. Katherine estudió en uno de los mejores colegios católicos de la ciudad y ahora mismo está estudiando psicología en la universidad”, explicó.
La joven, quien tiene alrededor de un año y dos meses laborando en el CAIPI, vive con su esposo y su hijo de tres años en el sector Hermanas Mirabal de ese municipio, y en estos momentos Marta está al cuidado de su nieto.
“Su mamá trabajaba de 7:00 de la mañana a 6:00 de la tarde, de lunes a viernes. El niño hace días me pregunta por ella. Le digo que su mamá está estudiando y trabajando”, dijo Marta en medio de lágrimas en las afueras de su residencia.
Expectativas
“Yo lo que pido es que si ellas no tienen nada que ver que las suelten. Mejor que vayan de forma periódica a la justicia pero que estén en sus casas. Ninguna en ningún momento se ha escondido”, comentó.
Señaló que los abogados le han dicho que estén confiados y que, aunque es un largo proceso de investigación, ellos entienden que el caso con su hija se cerrará, ya que no poseen alguna prueba que las vincule como culpables.
Sepa más
Oraciones.
“Tengo a Dios sordo de tanto orar y orar. Lamento mucho este hecho porque también soy madre y sé muy bien la situación. La verdad es que somos seis familias que estamos sufriendo, yo ni como ni duermo”, aseguró Marta.
Coerción.
Anoche el juzgado de atención permanente de SFM impuso dos meses de prisión preventiva a Rosmerys Cross Olivo y a Katerin Castaño por el caso. A las otras tres acusadas se les otorgó libertad pura y simple.
Por María Tejada Lorenzo