TORONTO.– Vladimir Guerrero Jr. está viviendo una postemporada de ensueño. El toletero dominicano se ha convertido en la principal figura ofensiva de los Blue Jays de Toronto, dominando los playoffs con una autoridad que recuerda a los grandes momentos de leyenda en la historia del béisbol.
Desde el inicio de la serie divisional el 4 de octubre, Guerrero decidió ajustar su enfoque en el plato y los resultados han sido espectaculares. Llegó a los playoffs sin conectar jonrón en los últimos 29 días de la temporada regular, pero desde entonces ha disparado ocho cuadrangulares, liderando toda la postemporada en ese renglón.
El desempeño global del quisqueyano ha sido arrollador: promedio de bateo de .415, porcentaje de embasado de .506, slugging de .831 y un OPS de 1.337, números que encabezan todas las categorías ofensivas entre los jugadores que continúan en competencia.
Con esos ocho jonrones, Guerrero Jr. también se convierte en el máximo jonronero en una sola postemporada en la historia de los Blue Jays, y se coloca a solo dos del récord absoluto de las Grandes Ligas, que pertenece al cubano Randy Arozarena, con 10 vuelacercas en los playoffs del 2020 con los Rays de Tampa Bay.
Además, el hijo del inmortal Vladimir Guerrero ha conectado 27 imparables hasta la fecha, estableciendo un nuevo récord de hits en una sola postemporada para la franquicia canadiense. En nueve de los 16 partidos que ha disputado ha conectado más de un hit, demostrando una consistencia pocas veces vista en un escenario tan exigente.
Lo que está haciendo Guerrero Jr. trasciende los números. Su presencia en el lineup genera respeto y temor en los lanzadores rivales. Toronto depende de su madero para abrir brechas, cambiar el impulso de los partidos y mantener viva la esperanza de conquistar el título.
El impacto del dominicano también tiene un fuerte componente simbólico: si los Blue Jays logran coronarse campeones de la Serie Mundial, lo harían en el Rogers Centre de Toronto, en la misma nación donde nació Guerrero Jr. y donde su padre brilló con los Expos de Montreal entre 1996 y 2003.
Vladimir Guerrero Jr. no solo está viviendo su mejor versión: está escribiendo, paso a paso, uno de los capítulos más brillantes en la historia de los playoffs de las Grandes Ligas.



 
                                    
