El presidente estadounidense Joe Biden buscó repetidamente la confrontación con Donald Trump en su primer debate rumbo a las elecciones de noviembre, mientras su rival republicano contrarrestaba las críticas de Biden apoyándose en falsedades sobre la economía, la inmigración ilegal y su papel en la insurrección del 6 de enero en el Capitolio.
El debate se produjo en un momento crucial de su impopular revancha en las urnas.
La vacilante actuación de Biden corre el riesgo de cristalizar la preocupación de los votantes de que, a sus 81 años, es demasiado viejo para ejercer de presidente, mientras que la retórica de Trump ofrecía un recordatorio quizás no deseado de la grandilocuencia que lanzó a diario durante sus tumultuosos cuatro años de mandato.
Biden intentó exponer en el debate la elección a la que se enfrentarán los votantes en noviembre.
Trump, de 78 años, trató de aprovechar el debate para dejar atrás su condena por un delito grave en Nueva York y convencer a una audiencia de decenas de millones de personas de que tiene el temperamento adecuado para volver al Despacho Oval.
Trump fue cuestionado sobre por su actuación el 6 de enero de 2021, cuando una turba de sus partidarios irrumpió en el Capitolio de Estados Unidos para tratar de anular su derrota en 2020 ante Biden.
“El 6 de enero, éramos respetados en todo el mundo, en todo el mundo éramos respetados. Y entonces llega él y ahora se ríen de nosotros”, dijo Trump.
Después de que un moderador le pidiera que respondiera si ese día había violado su juramento al arengar a sus partidarios que pretendían bloquear la certificación de la victoria de Biden en el Colegio Electoral y al no hacer lo suficiente para disuadirlos mientras irrumpían en el Capitolio, Trump trató de culpar a la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Biden señaló que Trump animó a sus partidarios a ir al Capitolio y se sentó en la Casa Blanca sin tomar medidas mientras peleaban con los agentes de policía.
“No hizo una sola cosa, y estas personas deberían estar en la cárcel”, dijo Biden.
“Deberían ser ellos los que rindieran cuentas. Y él quiere dejarlos salir a todos. Y ahora dice que si vuelve a perder, así de quejumbroso como es, esto podría ser un ‘baño de sangre’?”.
A continuación, Trump defendió a las personas condenadas y encarceladas por su papel en la insurrección, y le dijo a Biden: “Lo que le han hecho a algunas personas que son tan inocentes, debería darte vergüenza”.
Biden tenía una voz áspera y se mostró vacilante al tratar de defender su trabajo en materia económica y al criticar a Trump.
Biden pareció perder el hilo mientras daba una respuesta sobre la política fiscal y se desvió a la política de salud, y en un momento dado utilizó la palabra “COVID”, y luego dijo: “perdón, con, tratando con”, y se desvió de nuevo.
“Miren, por fin hemos vencido a Medicare”, expresó Biden cuando se le acababa el tiempo de su respuesta.
Trump retomó el tema y dijo: “Así es, venció a Medicaid, lo mató a golpes. Y está destruyendo Medicare”.
Trump insinuó falsamente que Biden estaba debilitando el programa de servicios sociales debido a la llegada ilegal de inmigrantes al país.
Trump y Biden enfrentan fuertes vientos en contra, incluyendo un público cansado de la agitación por la política partidista y ampliamente insatisfecho con ambos, según las encuestas.
Pero el debate puso de relieve que ambos tienen visiones muy diferentes en prácticamente todos los temas centrales —aborto, economía y política exterior— y una profunda hostilidad mutua.