La noche del jueves ha sido testigo de un trágico desenlace en el caso de la explosión en San Cristóbal. Un hombre que luchaba por su vida en estado crítico después del estallido perdió la batalla, elevando la cifra de víctimas fatales a un total de 28. Este incidente, que tuvo lugar el pasado lunes, también dejó a 58 personas heridas, quienes enfrentan una difícil recuperación física y emocional.
El director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), Juan Manuel Méndez, confirmó este triste suceso. La víctima había sido ingresada en el hospital Juan Pablo Pina, situado en la misma localidad donde ocurrió la tragedia. El estado crítico en el que se encontraba dificultó su identificación, lo que agrega otro nivel de angustia a esta ya dolorosa situación. El proceso de identificación comenzará con la colaboración de los familiares de los heridos, según explicó Méndez.
Las autoridades están enfrentando desafíos significativos en la identificación de las víctimas. Dadas las circunstancias, el período de espera para lograr identificar algunos cadáveres podría extenderse hasta seis meses. Se utilizarán pruebas de ADN (ácido desoxirribonucleico) para lograr un reconocimiento preciso. Este proceso ilustra la magnitud de la tragedia y la complejidad de la tarea de reconstrucción de las identidades y las vidas perdidas.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa, a través de su equipo de investigación J2, ha iniciado el proceso de determinar las causas exactas que llevaron a la explosión. La calle Padre Ayala, donde ocurrió la detonación, se ha convertido en el epicentro de esta tragedia, con cuatro comercios devastados y decenas de personas afectadas.
Esta explosión no solo ha dejado un rastro de devastación física, sino también emocional. Las vidas perdidas y los heridos necesitarán apoyo, tanto médico como psicológico, para superar los traumas causados por esta tragedia sin precedentes. Además, se espera que las investigaciones arrojen luz sobre las causas del estallido, lo que puede ayudar a prevenir futuros incidentes similares y proporcionar una sensación de justicia a las víctimas y sus familias.
